Puede que alguna vez hayas experimentado algo parecido a esto. Tenías la intención de comprarte unos zapatos y te han gustado mucho unos que has visto en la web de una marca determinada. Estabas a punto de realizar la compra pero te frenaste, ya que preferiste pensarlo un poco más, mirar otras marcas y esperar a las rebajas.
Sin embargo, durante los días posteriores, mientras navegas por internet, vuelves a ver los zapatos que tanto te gustaron en el anuncio de un banner. Y, además, parece estar hecho para ti, tiene un mensaje personalizado y los puedes adquirir por un precio mucho más asequible. ¿Dónde está el truco?
Pues el truco no es nada más y nada menos que una técnica muy utilizada desde hace un tiempo: el remarketing.
Lo que permite el remarketing es llegar a los usuarios que han visitado un sitio web o una aplicación. Se los vuelve a alcanzar mediante anuncios que verán cuando naveguen por otros sitios webs (de la Red Display de Google) o en determinadas redes sociales (como Facebook).
Para que el remarketing pueda ponerse en marcha y empezar a impactar de nuevo a los visitantes hay que configurar dos parámetros. Por un lado, se debe añadir una etiqueta de remarketing en tu sitio web o aplicación, y que no es más que un pequeño fragmento de código.
Por otro lado, se necesita también crear una lista de remarketing para los visitantes de una determinada página de tu web. Por ejemplo, si quieres impactar a aquellos usuarios interesados en unos zapatos concretos, tendrás que añadir la etiqueta en esa página y crear una lista “Zapatos”. Así, cada nuevo usuario que acceda a esta página se añadirá a la lista de remarketing.
¿Cuál es el gran beneficio del remarketing?
Según datos de la National Retail Federation, sólo el 8% de los consumidores que abandonaron una web volverán para retomar la compra. Mientras que con el remarketing se puede conseguir que esta cifra se incremente al 26%.
Lo que busca el remarketing, en definitiva, es que los usuarios que una vez visitaron la web con la intención de comprar, inscribirse, rellenar un formulario… vuelvan para completar el proceso. Utilizando esta técnica las posibilidades que esto ocurra aumentan de forma exponencial.
Además, las campañas que incluyen remarketing suelen ser mucho más económicas que otras campañas que sencillamente impacten a todo el público objetivo. Con el remarketing únicamente estás llegando a usuarios que se han interesado por tu producto/servicio y, por tanto, son de más calidad que otros que no han mostrado interés por lo que vendes.
Y es que con tanta competencia en el mundo online, es más efectivo, barato y sencillo convencer a usuarios a los que les han llamado la atención tus productos o servicios, que a otros que no saben nada de tu negocio.
La razón de que nos convenza más algo que conocemos que algo que no puede parecer obvia. Pero es cierto, comprar lo que nos es familiar, ya sea porque lo hemos visto antes, o porque lo utilizaba alguien conocido hace que estemos más seguros de adquirirlo. Nos inspira más confianza.
Además, hay que tener en cuenta que el usuario puede haber abandonado la página por muchos motivos: indecisión, prisas, falta de dinero, necesidad de comparar con otras ofertas, etc. Y quizá pasen los días y aunque le gustó más el producto que se ofrecía en una determinada página, lo olvida, y acaba comprando otro.
Aquí el remarketing juega un papel crucial, ya que vuelve a recordar al usuario su intención y deseo, y le guía y le refresca la memoria para terminar aquel proceso que quedó incompleto y a decidirse por una opción concreta.
¿Cuándo es mejor utilizar el remarketing?
- Recuperar un cliente perdido. Sin el remarketing volver a captar ese potencial cliente sería casi una misión imposible. Esta técnica nos permite volver a impactarle e incitarle a que acabe la operación que inició. Además, dado que llegamos a una lista cerrada permite personalizar el mensaje y que esa persona aún se sienta más segura y motivada a acabar el proceso.
- Mostrar más productos/servicios. Quizá el usuario haya abandonado la página porque no acaba de estar del todo convencido. Volviendo al ejemplo de los zapatos, puedes usar el remarketing para enseñarle otros zapatos de tu gama que son novedad o que están de oferta.
- Fidelizar a tus clientes. El remarketing también se puede aplicar cuando ya se ha comprado, por ejemplo, si te acabas de comprar una cámara, puede ser que también necesites una funda o un objetivo determinado. Y así se puede conseguir vender de nuevo a un cliente.
Como ves, el remarketing es una técnica que bien utilizada puede reportarte muchos beneficios e incrementar de forma efectiva tus conversiones, impactando en usuarios que han mostrado un interés en tu negocio. Con lo que, en consecuencia, también tiene un impacto en el ROI (retorno de inversión), ya que el dinero invertido está mejor aprovechado.