Internet se ha convertido en el nuevo gran escenario para que las empresas desplieguen sus estrategias de marketing y comunicación. Las pymes son, quizá, las que mayor partido están sacando de la red de redes. Con una inversión modesta, una empresa puede tener una presencia activa en internet, a través de su página web y de los múltiples canales existentes para llegar a sus clientes, como las campañas de e-mailing o las redes sociales.
Esta presencia, que recordemos no se limita a la pantalla del ordenador, sino que se hace extensible a tablets, smartphones y a cualquier pantalla conectada a internet, puede ser utilizada por las empresas de manera flexible, en función de sus objetivos: como canal de comunicación o de atención al cliente, como plataforma de venta online, como espacio para exponer productos y servicios, como puerta de entrada a nuevos clientes, etc.
De hecho, según un estudio reciente, el 28% de las pequeñas y medianas empresas españolas aumentaron sus ingresos en 2012 gracias al uso de internet para dar a conocer sus productos y servicios. Asimismo, casi el 20% de las empresas consiguieron una parte importante de sus nuevos clientes a través de su página web, el 25% a través de la publicidad online y el 15% a través de las redes sociales.
Internet no siempre es sinónimo de un retorno de la inversión directo e inmediato, pero más allá de las ventas online y el e-commerce, la red se ha convertido en una de las mejores y más asequibles formas de promocionar una empresa y mantener un contacto estable y dinámico con tu comunidad de clientes, tanto actuales como potenciales.
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