El neuromarketing es una innovadora técnica consistente en aplicar los procesos de investigación de la neurociencia al marketing tradicional. A través de la medición de la actividad cerebral de una persona frente a diferentes estímulos, las respuestas son leídas automáticamente sin intervención del individuo, con lo que se puede obtener, de manera 100% fiable, el nivel de atención, el grado de comprensión o el interés de una persona.
Aplicado al marketing y a la publicidad, el neuromarketing puede servir para saber si un spot es aburrido para el consumidor, si se deben quitar planos poco atractivos o si existen escenas que afectan de manera negativa al pensamiento. El objetivo es crear anuncios que penetren directamente en la mente de un consumidor potencial y que permanezcan allí hasta el momento de compra.
Los estudios realizados hasta el momento han demostrado que la neurociencia es un excelente complemento a las técnicas de investigación tradicionales, tales como focus groups, cuestionarios o workshops. No obstante, esta técnica neurocientífica presenta mayor grado de fiabilidad, ya que se puede detectar una mentira en el sujeto analizado de forma más fácil que a través de cualquiera de las técnicas tradicionales mencionadas anteriormente.
Otra gran ventaja de esta innovadora técnica es la posibilidad de analizar la información del subconsciente, yendo un paso por delante del individuo. Está demostrado que un 85% de nuestras decisiones de compra las tomamos desde esta parte de nuestro cerebro y tan solo un 25% de las veces lo hacemos de manera totalmente consciente.